1 Lavá bien los limones y pelá de manera fina las cáscaras de limón cortando únicamente la parte amarilla del limón que es la más dulce.
2 En un recipiente grande poné las cáscaras de limón y el alcohol. Tapá de manera hermética y guardá en un lugar fresco en el que reciba poca luz.
3 Tenés que dejar macerar las cáscaras en el alcohol de 10 a 14 días. El resultado de este proceso de maceración tiene que ser un líquido alcohólico amarillo y las cáscaras deben haber perdido su color.
4 Poné en el fuego un recipiente con un litro y medio de agua y unos 875 gramos de azúcar para luego dejar hervir por 15 minutos, revolviendo frecuentemente con una cuchara de madera.
5 Una vez que el almíbar esté a temperatura ambiente hay que ir mezclando con la maceración de alcohol y limón, utilizando el filtro para eliminar las cáscaras una vez que ya hayan dado sabor al líquido.
6 El último paso de la preparación consiste en colocar el licor obtenido en unas cuantas botellas de vidrio con tapa para que luego se quede almacenado por un mínimo de 5 días más para acentuar su sabor antes de consumirlo.